miércoles, mayo 25, 2005

25/05/05 Comunicado de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana


Los obispos del Ecuador conocemos el problema que ha surgido en la Parroquia Santa María del Inti, de la hermana Arquidiócesis de Quito. Como este problema tiene implicaciones más amplias, dejamos a consideración de las personas de buena voluntad, los siguientes elementos:
-En una Diócesis, es el Obispo el responsable de suscitar, recoger y orientar el trabajo pastoral de los sacerdotes, religiosas y seglares para el cumplimiento de la misión encomendada por Cristo: presentar al Hijo de Dios, que se hace solidario de las angustias y esperanzas de los hombres, para llevarlos a Dios, su Padre.
-La colaboración de sacerdotes, religiosas y seglares de otras Diócesis y países se da, normalmente, de acuerdo a un convenio entre Obispos, o entre los Superiores de Comunidades Religiosas y el Obispo. Este acuerdo garantiza que la colaboración sirva al crecimiento de la identidad de una Diócesis y a la intercesión de la misma en la comunidad universal.
-Sabemos que no hay convenio alguno entre el Arzobispo de Quito y el Obispo de Jerez, de quien dependen los dos sacerdotes, a los cuales les ha pedido ya que regresen a su Diócesis.
-Se nos ha informado que los dos sacerdotes rechazan las expresiones de la piedad popular ecuatoriana: las novenas, los villancicos, la devoción a los Santos, como ejemplo de vida cristiana.
-Se nos ha informado también que descuidan la Misa Dominical, cuyo valor irrenunciable y universal fue recordado hace poco por el Papa Benedicto XVI.
-Los sacerdotes, con fondos de una organización no gubernamental española, han creado una escuela. Reafirmando el valor que la escuela tiene en sí misma, no comprendemos por qué dos sacerdotes determinen que en esta escuela no se pueda dar instrucción religiosa y menos catecismo, a pesar de que funcione en una casa parroquial.
-Sabemos que el Arzobispo de Quito ofrece mantener la escuela.
En este contexto no pueden dejar de disgustarnos las injurias al Arzobispo de Quito y a sus colaboradores. Respaldamos su empeño por llegar a una solución del problema, en bien especialmente de los pobres.
Como en ningún campo del quehacer humano, tampoco en el campo religioso, son aceptables imposiciones externas y menos con actitudes que llevan a la confrontación.
Conferencia Episcopal Ecuatoriana,
Quito, 25 de mayo 2005.